Su primer millón

Te preguntaste alguna vez ¿Por qué uno de tus vendedores llega siempre a sus objetivos y otros apenas alcanzan la cuota mínima?

¿Por qué vendedores que venden el mismo producto, en la misma región, con los mismos precios e iguales condiciones de venta, al mismo tipo de clientes, obtienen resultados tan diferentes?

La diferencia entre ellos suele ser, como en las carreras de caballos, “una nariz”, o sea, una mínima diferencia a veces hace que uno gane y el otro no.

Esa pequeña diferencia en cada vendedor puede ser:

  1. un aspecto de su personalidad; como gestiona la agresividad, la ansiedad por conseguir el resultado, la falta de control sobre sus emociones
  2. algún modelo mental o sesgo que lo limita
  3. la falta de hábitos y comportamientos constantes en las tareas que debe realizar (llamados, visitas, etc)
  4.  sus malos vínculos con jefes o compañeros los distraen y desenfocan de sus tareas diarias
  5. muchas veces, no consiguen sus resultados porque desconocen sus metas ni objetivos.

Una tarde, hace varios años atrás, llegué a uno de mis clientes para trabajar en sesiones de coaching individuales con cada vendedor del equipo y uno de ellos me plantea que no logra cerrar ventas por 1 millón o más, que sólo consigue ventas de montos pequeños con los cuales se le dificulta llegar a sus objetivos mensuales.

Le pedí que me contara cuánto ganaba él, qué significaba 1 millón, le pedí que imaginara lo que podía hacer con 1 millón. Concluimos que, para él, 1 millón era mucho dinero.

Y eso lo llevó a decir “siento que si le cobro eso a un cliente le estoy robando”.

Entonces, le propuse imaginar si él tuviera que invertir 1 millón, si acaso le compraría a cualquiera o lo gastaría sin evaluar bien en qué invertirlo.

Lo ayudé a pensar que si un cliente le pedía comprar algo por ese valor, primero es porque, el cliente tenía el dinero y segundo le estaba pidiendo que lo ayudara a comprar lo mejor que podía conseguir con ese millón; es decir, depositaba una enorme confianza en él.

Le invertí la situación, le propuse un modelo mental nuevo. En definitiva, él estaba ayudando a gastar ese dinero a su cliente en la mejor inversión posible para su negocio.

Dos semanas más tarde, entrando a la oficina del cliente, L se acercó y con una sonrisa de oreja a oreja me dijo “lo conseguí, hice me primera venta de 2 millones”.

Algo se destrabó en su mente y pudo con algo que no podía.

Vos, ¿estas trabado con algo que no podes y hace que no consigas tus resultados?

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