
Los sueños y preocupaciones del dueño de una pyme son parte de la manera en que dirigen su negocio.
¿Cómo piensa un dueño, un emprendedor?
Uno de mis clientes, llamémosle R, está muy entusiasmado con su fábrica nueva. Comenzó la construcción hace meses y espera su lanzamiento para este año. Puedo dar fé, que lo único que tiene en su cabeza todo el día es cuándo podrá poner las máquinas en marcha. Lo entusiasma hasta la locura ver esas máquinas produciendo. R no tiene miedos y no tiene dudas de que todo eso funcionará y él lo hará crecer. Hay en R una convicción que supera esa incertidumbre que tiene cualquier mortal ante el desafío de algo que no sabe. El sabe que su negocio funcionará. Y tal vez, allí está su secreto. En esa convicción.
Con esa convicción pone en movimiento su cabeza todos los días. Es una cabeza multifunción; multitareas que lo ocupan desde que llega a la oficina hasta que se va.
Su modelo mental de “tengo que estar en todo”; la responsabilidad por los resultados recae sobre sus hombros. Pero, sobre todo, existe en la mente de R un sueño, una pasión, una fuerza detrás del alcance de su meta.
El dueño quiere que…desea que…va detrás de…busca conseguir que…es sin dudas, un activista de sus propios deseos. Y en general, el dueño es optimista por naturaleza. Sin optimismo no enfrentaría la incertidumbre cotidiana de hacer negocios.
La mentalidad de un dueño no dista mucho de la de un hincha de fútbol: quiere que su equipo gane a toda costa, cueste lo que cueste, y es capaz de no dormir, comer mal, descuidar a la familia y más, en favor de lograr lo que se propuso con su negocio.
Hay una inquietud en ese espíritu que no suele tener las mentalidades de los empleados de cualquier empresa.
Hay una mentalidad protagónica, de artífice, de creador, que lo lleva a sentir su empresa como un producto de su mente hecho realidad. Y es así. Es una realidad construida por él, a la cual él tiene que cuidar y desarrollar. Y, por supuesto, nadie lo hará como él.
Hay una mentalidad que incluye el deseo de trascender. Un dueño quiere que su negocio trascienda, tanto como un padre quiere el crecimiento de sus hijos.
Imaginen el largo camino que debe transitar un dueño fundador para lograr ceder el poder y mando de la gestión luego de haber creado un negocio; o sea, hacer la transición entre aquella mentalidad fundante y la que ahora debe usar para que su negocio lo trascienda.
El esfuerzo de cambio de mindset que debe realizar es colosal, por lo mismo que, si lo logra, merece un colosal reconocimiento.
La transición entre que el negocio trascienda y que el negocio LO trascienda.
Así como algunos autores nos permiten pensar en los estadios que atraviesa una empresa, tal vez debamos pensar también, en los estadios de la mentalidad del dueño mientras recorre los cambios en el desarrollo de su empresa. ¿Qué recorrido debe hacer para poder ceder su negocio a un CEO, un Gerente general o un Directorio?
Y vos, ¿Qué ideas tuviste que cambiar para ver crecer tu negocio o tu vida profesional?